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¿Qué significados tiene ‘El resplandor’ de Kubrick?

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Desde su lanzamiento, ‘El resplandor’, la adaptación realizada por Stanley Kubrick de la novela del mismo nombre de Stephen King, ha suscitado innumerables interpretaciones y discusiones sobre sus implicaciones simbólicas. Son pocas las películas que han sido objeto de un análisis tan minucioso en cuanto a sus elementos visuales, sonoros y temáticos. Examinar el simbolismo de esta obra requiere profundizar en cada detalle minucioso, en cada conversación ambigua y en la manera específica en la que Kubrick maneja el espacio y el tiempo.

El Hotel Overlook: microcosmos del inconsciente colectivo

El Hotel Overlook trasciende su papel de simple escenario, actuando como un protagonista independiente. Numerosos críticos interpretan el hotel como una metáfora del subconsciente. Sus pasillos interminables y habitaciones que parecen cambiar evocan los laberintos mentales, especialmente al considerar la famosa alfombra de hexágonos, cuya compleja geometría desafía a los espectadores y sugiere caminos misteriosos. El Overlook también es un símbolo de la memoria histórica de Estados Unidos: en diversas escenas, Kubrick incorpora elementos indígenas y alusiones al violento pasado del continente, generando un subtexto sobre la violencia y el olvido colectivo.

El enigma: destino, identidad y ciclo

El laberinto exterior es uno de los símbolos más evidentes. Representa la confusión mental de Jack Torrance, su caída en la locura y el eterno retorno a sus propios demonios. Pero también alude al mito griego del Minotauro, refiriéndose a la bestialidad interna de Jack. La decisión de Kubrick de agregar el laberinto (ausente en la novela original) recalca la manipulación del destino y la dificultad de escapar de los propios errores y traumas.

El don de Danny: la dualidad de la percepción

La habilidad psíquica de Danny, conocida como ‘El resplandor, simboliza la infancia como etapa de sensibilidad extrema, en la que los límites entre la realidad y la fantasía se difuminan. Las visiones de Danny son advertencias, pero también sirven como testamentos de la memoria reprimida y de los secretos familiares. Al mostrar la voz interior de Danny (“Tony”), Kubrick enfatiza la fragmentación de la identidad ante el trauma.

La hacha y la máquina de escribir: emblemas de destrucción y reiteración

El hacha, instrumento con el que Jack intenta asesinar a su familia, es el símbolo más directo de la violencia y la ruptura de los lazos familiares. Esta herramienta resuena con el acto de cortar el pasado y el presente, así como con la imposibilidad de comunicación genuina; acto reflejado también en la emblemática máquina de escribir. El texto que Jack repite incansablemente (“No por mucho madrugar amanece más temprano” en la versión doblada) revela la monotonía, la obsesión y la pérdida de objetivo individual, asociando la creatividad con la locura.

La armonía visual y la repetición

Kubrick utiliza la simetría visual como elemento esencial del simbolismo: desde las hermanas Grady hasta las imágenes perfectamente balanceadas. Estas escenas resaltan el tema de la dualidad: antiguo y presente, sanidad y demencia, víctima y agresor. La duplicidad también se manifiesta en la propia estructura del relato, donde los eventos se reiteran y los personajes parecen encerrados en círculos viciosos e inevitables.

La sangre y los espejos: memoria y reflejo interior

La icónica escena del elevador inundando los pasillos con sangre funciona como metáfora de la violencia reprimida que desborda los límites de la conciencia. Por otro lado, los espejos, presentes en varias secuencias clave, simbolizan la imposibilidad de reconocerse o aceptarse, haciendo eco de la fragmentación de la psique de los personajes. La dualidad entre lo que se ve y lo que se oculta bajo la superficie del espejo sugiere la constante lucha interna.

El color y la música: atmósfera simbólica

La elección cromática y la ambientación sonora intensifican los significados ocultos. Colores fríos y saturaciones rojas acompañan los momentos de mayor tensión, mientras la música atonal de György Ligeti o Krzysztof Penderecki sugiere lo indecible, lo inquietante que habita bajo la superficie de lo cotidiano. Cada elemento visual y sonoro está calculado para subrayar los estados emocionales y mentales de los protagonistas.

Significados ocultos y teorías alternativas

Parte del atractivo del filme radica en las múltiples teorías que han surgido alrededor de su simbolismo, algunas de ellas tan detallistas como polémicas: desde las especulaciones sobre una supuesta confesión encriptada del alunizaje falso de 1969 (el suéter de Apolo 11 que usa Danny) hasta la relación con el genocidio de los nativos americanos. Sin validar del todo estas posturas, es innegable que Kubrick deja pistas deliberadas para fomentar la interpretación plural.

La importancia de ‘El resplandor’

Analizar el simbolismo en ‘El resplandor’ requiere reconocer no solo la habilidad técnica de Kubrick, sino también su talento para crear una obra que admite innumerables interpretaciones. Cada detalle, cada imagen y cada pausa están repletos de múltiples significados, envolviendo al espectador en un juego de espejos, pasillos y laberintos donde nada es del todo seguro. Mirar el filme con atención es enfrentarse a las propias sombras, a los recuerdos del pasado y a las áreas inexploradas de la mente; lo simbólico en ‘El resplandor’ es, en definitiva, una invitación a ver más allá, a cuestionar la realidad y a adentrarse en los límites de la percepción y el miedo.

Por Otilia Adame Luevano