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Cambios fiscales para los trabajadores de salario mínimo

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Desde marzo de 2025, las compañías en España han empezado a implementar retenciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en los sueldos de quienes reciben el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Este ajuste se da tras el aumento del SMI a 16.576 euros anuales distribuidos en 14 pagos (1.184 euros al mes), aprobado a mediados de febrero con efecto retroactivo desde enero. A diferencia de incrementos previos, esta alza no se acompañó de una modificación del mínimo exento de IRPF, que sigue siendo de 15.876 euros al año, lo que significa que, por primera vez, aquellos que ganan el SMI están sujetos a retenciones fiscales.

​A partir de marzo de 2025, las empresas en España han comenzado a aplicar retenciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en las nóminas de los trabajadores que perciben el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Este cambio se produce tras el incremento del SMI a 16.576 euros anuales en 14 pagas (1.184 euros mensuales), aprobado a mediados de febrero con carácter retroactivo desde enero. A diferencia de aumentos anteriores, esta subida no vino acompañada de una actualización del mínimo exento de IRPF, que permanece en 15.876 euros anuales, lo que implica que, por primera vez, quienes perciben el SMI están sujetos a retenciones fiscales.

Las compañías funcionan como mediadoras entre los empleados y la Agencia Tributaria, estando encargadas de aplicar retenciones de IRPF a partir de determinados niveles salariales. Estas retenciones son anticipos que el empleador deduce del sueldo para ingresarlos en Hacienda, facilitando que el impuesto se cobre de manera progresiva y periódica. Por lo general, las grandes corporaciones efectúan estas retenciones mensualmente, mientras que las pequeñas y medianas empresas (pymes) lo hacen cada trimestre.

Las empresas actúan como intermediarias entre los trabajadores y la Agencia Tributaria, estando obligadas a practicar retenciones de IRPF a partir de ciertos umbrales salariales. Estas retenciones son pagos a cuenta que el empleador descuenta del salario para ingresarlos en Hacienda, permitiendo que el impuesto se recaude de forma progresiva y periódica. Generalmente, las grandes empresas realizan estas retenciones mensualmente, mientras que las pequeñas y medianas empresas (pymes) lo hacen trimestralmente.

Consecuencias para los trabajadores

El incremento del SMI ha favorecido a alrededor de 2,5 millones de empleados en España. No obstante, dado que la mayoría puede beneficiarse de las deducciones contempladas en el impuesto por sus circunstancias personales y familiares, las retenciones impactan aproximadamente al 20% de quienes perciben este salario, es decir, cerca de 540.000 contribuyentes solteros y sin hijos. En esta situación, han empezado a tributar por los 700 euros que distancian el mínimo exento actual del nuevo salario mínimo.

Para estos empleados, la deducción anual es de cerca de 300 euros, lo que representa un tipo de retención del 1,81%. Esto se refleja en una reducción de unos 21 euros por cada una de las 14 nóminas. Aunque la cifra pueda parecer baja, significa que el IRPF consumirá el 42% del incremento salarial.

En situaciones distintas, como la de un empleado con pareja y un hijo menor de 3 años, no se aplicarán retenciones de IRPF debido a las ventajas fiscales otorgadas a familias con hijos pequeños. Para un trabajador con pareja y un hijo mayor de 3 años, la retención será menor, aproximadamente 99,46 euros anuales, lo que corresponde a un tipo del 0,6%.

En otros casos, como el de un trabajador con pareja e hijo menor de 3 años, no habrá retenciones de IRPF gracias a los beneficios fiscales aplicados a familias con hijos pequeños. Para un trabajador con pareja e hijo mayor de 3 años, se aplicará una retención menor, de alrededor de 99,46 euros al año, lo que equivale a un tipo del 0,6%.​

La implementación del IRPF en los salarios más bajos ha causado divisiones en el Gobierno. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, expresó que no sabía que el aumento del SMI llevaría a esta situación hasta que lo vio en los medios, lo cual ha sido negado por el ala socialista del Gobierno. En contraparte, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, criticó a Díaz acusándola de adoptar discursos populistas al argumentar que las rentas más bajas deberían quedar exentas del impuesto.

Esta determinación ha sido centro de críticas y discusiones en el entorno político y social. Algunos plantean que la medida perjudica a los trabajadores con menores salarios, disminuyendo el efecto positivo del incremento del SMI. Otros sostienen la importancia de preservar una cultura de responsabilidad fiscal, en la que todos los ciudadanos contribuyan al mantenimiento de los servicios públicos según sus ingresos.

Reflexiones finales

Consideraciones finales

La implementación de retenciones de IRPF a los perceptores del SMI marca un cambio significativo en la política fiscal española. Si bien la medida busca mantener la equidad y la sostenibilidad del sistema tributario, es esencial evaluar su impacto en los trabajadores de menores ingresos y considerar posibles ajustes que mitiguen efectos adversos. El equilibrio entre una política fiscal justa y el bienestar de los ciudadanos continúa siendo un desafío para las autoridades.

Por Otilia Adame Luevano

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